Debido a su alto contenido de cemento, la masilla para paredes exteriores es propensa a pelarse, a formar polvo y a tener huecos si no se cura o aplica adecuadamente. Para mejorar la resistencia, se recomienda rociar agua después de la aplicación para promover la hidratación del cemento y mejorar la integridad de la capa de masilla.
Se recomienda utilizar un imprimador penetrante claro en lugar de imprimadores de sellado de color tradicionales. La penetración más fuerte ayuda a reforzar la base de masilla. Diluya ligeramente el imprimador durante la aplicación y evite la luz solar directa para prevenir la formación prematura de película y asegurar una adecuada adhesión.
Para problemas de resistencia localizados, retire las áreas sueltas y vuelva a aplicar con malla y masilla de reparación. Si el daño es extenso, retire todas las capas defectuosas, vuelva a rociar la base, aplique malla y vuelva a enyesar utilizando materiales calificados. Una vez que aparecen problemas de resistencia, solo un retrabajo completo puede garantizar la calidad: el imprimador o el mantenimiento por sí solos son insuficientes.