En materiales a base de yeso, muchos fabricantes creen que cuanto más largo sea el tiempo de fraguado, mejor será el rendimiento del retardador. Sin embargo, esta es una gran idea errónea. La función de un retardador de yeso no es solo retrasar la hidratación; debe garantizar tanto un tiempo de fraguado adecuado como la estabilidad de la resistencia final.
El retraso excesivo a menudo causa una hidratación incompleta, lo que resulta en baja resistencia inicial, superficies en polvo o incluso grietas después del secado. Por otro lado, un retraso demasiado corto conduce a una mala trabajabilidad y un tiempo de apertura corto. Equilibrar estos dos factores es la clave para lograr un rendimiento estable del producto.
Para abordar esto, introducimos un nuevo concepto: la Relación Fuerza-Tiempo (STR) — un indicador científico que mide cuán eficientemente un retardador de yeso mantiene la resistencia mientras extiende el tiempo de fraguado.
💡 Un STR más alto significa:
- Reacción de hidratación más uniforme
- Estructura cristalina más densa
- Mayor resistencia inicial y final
- Calidad de producto consistente
En resumen, un buen retardador no solo retrasa, sino que estabiliza. El objetivo no es el tiempo de configuración más largo, sino la retención de fuerza más eficiente dentro de ese tiempo.
Antes de elegir su próximo retardador, pruébelo con la Relación Fuerza-Tiempo.
Porque en los sistemas modernos de yeso, la calidad significa equilibrio—no retraso.